Fantasías

Hoy me di cuenta que me tu recuerdo me estaba observando mientras miraba mi reflejo por ese pedazo de chatarra que es mi corazón, que me muestra mi Realidad, sucia y denigrante, y me recuerda que, al menos el día de hoy, hasta yo sigo siendo un ser humano... O al menos lo que queda de uno. Tu sonrisa se dibujaba etérea, dorada, el frágil elixir que envenenó mi alma por tantos milenios y del cual tuve que curarme suicidándome en esta maldito océano de inmundicia y porquería que no se quén llamó "el hogar del mundo, un buen lugar para vivir". Quizá la Vida misma decidió darme un descanso de su inmisericorde trato y dejó que por un momento mis sentidos se nublaran con la absurda idea de tu recuerdo. ¿Recuerdas que dijimos todo lo que quisimos, anhelábamos, deseábamos y pedimos? Dijimos que este mundo sería de nosotros, tú y yo contra el.
Pero lograste que mis esfuerzos fueran en vano, que mi vacío se acrecentara, que el toque frío y mortal de el gélido brazo de la Muerte me alcanzara donde más me duele: en el Alma, cuyos fragmentos sanguinolientos siguen quebrándose por momentos. Me duele recordar que eres un espejismo, un invento que mi mente creó porque un día se le dió la gana pensar que esta vida merecía vivirse. Pero lo que más me duele es saber y estar seguro que, por más que me esfuerce, tú no serás nunca real... así como mis deseos egoístas de quererte tener aquí conmigo, curando mi eternidad.
Eres un espejismo, fruto de mi inestable ánimo y mi propio infierno. Eres la copa de cristlería fina en la que vertí mi sangre, mi vida y mi tristeza y que hoy por fin bebo en tu nombre... porque nada jamás podrás hacer algo para cambiar este abismo en el que estoy cayendo lentamente, incluso si piadosamente así lo quisieras... y se que llegando a ese fondo, cuando haya perdido la poca esperanza que logré forjarme (tonta y vagamente) mi ser entero se romperá como vidrio y aunque sus fragmentos sean unidos, nunca seré el mismo...