Francisco Gabilondo Soler, mejor conocido como CRI-CRI EL GRILLITO CANTOR, fue un veracruzano que por X o Y razón la mayoría de mi generación oimos durante nuestra infancia. Sospecho que hay niños que no saben que es "La Dimensión Desconocida", pero ninguno ignora quien es "El Ratón Vaquero".
Este talentoso músico, nacido un día como hoy hace ya un siglo, estaba loco... razón por la cual es tan especial. Podemos ver reflejadas en sus canciones su gusto por los Hermanos Grimm, Julio Verne y el folklore mexicano, además de los remotos países del mundo que él no llegó a conocer. Odiaba profundamente la cultura bélica americana, y durante la Segunda Guerra Mundial se negó a apoyar a Estados Unidos y su "protección al continente". Su creatividad rivalizaba con la de Walt Disney (considerado un genio por muchos y un antisemita por mi). Disney ofreció a Cri-Cri animar todas sus canciones, dándole ganancias exhorbitantes. El de Orizaba lo mandó al carajo y a regañadientes le dejó hacer un fragmento de su canción Los Cochinitos Dormilones. No le agradaba salir en la televisión, pero lo hacía de todos modos para satisfacer a sus miles de fans que, sorprendidos, no se imaginaban a un grillito tan particular.
Ya en sus últimos años, Cri-Cri se retiró a su hogar a un particular estilo de ascetismo y tranquilidad, recordando sus años de músico, escribiendo música para orquestas enteras y saliendo poco a los medios, que ávidos deseaban al genio. La paz llegó a su vida y a la de sus hijos, a los cuales pidió (esto con gran humorismo) no depositar sus restos en la Rotonda de los Hombres Ilustres... sino en un modesto nicho de su hogar en el Estado de México, donde el 14 de diciembre del año 1990, ingresó por siempre al País de los Sueños.
Este talentoso músico, nacido un día como hoy hace ya un siglo, estaba loco... razón por la cual es tan especial. Podemos ver reflejadas en sus canciones su gusto por los Hermanos Grimm, Julio Verne y el folklore mexicano, además de los remotos países del mundo que él no llegó a conocer. Odiaba profundamente la cultura bélica americana, y durante la Segunda Guerra Mundial se negó a apoyar a Estados Unidos y su "protección al continente". Su creatividad rivalizaba con la de Walt Disney (considerado un genio por muchos y un antisemita por mi). Disney ofreció a Cri-Cri animar todas sus canciones, dándole ganancias exhorbitantes. El de Orizaba lo mandó al carajo y a regañadientes le dejó hacer un fragmento de su canción Los Cochinitos Dormilones. No le agradaba salir en la televisión, pero lo hacía de todos modos para satisfacer a sus miles de fans que, sorprendidos, no se imaginaban a un grillito tan particular.
Ya en sus últimos años, Cri-Cri se retiró a su hogar a un particular estilo de ascetismo y tranquilidad, recordando sus años de músico, escribiendo música para orquestas enteras y saliendo poco a los medios, que ávidos deseaban al genio. La paz llegó a su vida y a la de sus hijos, a los cuales pidió (esto con gran humorismo) no depositar sus restos en la Rotonda de los Hombres Ilustres... sino en un modesto nicho de su hogar en el Estado de México, donde el 14 de diciembre del año 1990, ingresó por siempre al País de los Sueños.
Z
1 comentario:
Cuando murio _Disney sus ultimas palabras fuermon "malditos judios", en fin cricri no me gustaba personalmente aunque he de reconocer que a diferencia de la mayoria de las canciones infantiles tontas, sosas y rosas las de cricri estaban bien pinches realistas como la patita que su esposo es un pinche flojo de mierdaque no aporta un peso y ese coman insectos es el equivalete de traguen frijoles.
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